27 enero, 2016

Pan de molde de melaza y especias para días grises

Me acabo de tomar el último turroncillo del alabardero, uno de mis dulces navideños favoritos clásicos que vienen en la caja de La Despensa de Palacio que nos regalan mis suegros cada año. Lo tenía guardado a propósito, pero ya llegó el momento de despedirse hasta el año que viene. La excusa ha sido para acompañar el capuccino sin lactosa que me he preparado para sobrevivir despierta hasta la clase de alemán, que hoy necesitaba una dosis de energía extra. Si hubiera sabido que hoy iba a amanecer gris y húmedo, posiblemente hubiera horneado otra vez el pan de molde de melaza y especias que os traigo hoy, porque esta atmósfera es perfecta para prepararlo.

Molasses sweet bread

Efectivamente, lo tengo clasificado como pan navideño porque lo probé la primera vez a principios de diciembre, y me pareció ideal para esa época. Pero realmente es válido para todo el año, mejor mientras duran los meses fríos. Es una masa sencilla, de pan tierno dulzón pero sin ser empalagoso, ya que todo su carácter lo obtiene de la melaza. La receta original utiliza melaza de pera, pero se puede usar cualquier equivalente: miel de caña, melaza de granada, miel corriente... Aunque recomiendo utilizar una variedad oscura y tostada para conseguir ese aroma especial que se potencia con las especias. Por eso decía que sería ideal tener unas rebanadas de este pan hoy, ya que invita a degustarlo en el sofá, con mantita, taza humeante y unas velas, a falta de chimenea.

Molasses sweet bread

Hemos tenido unos días de temperaturas más o menos agradables en las horas centrales del día, así que hoy me he confiado y he salido a correr sin guantes. Error. Se me han congelado las manos al rato de arrancar y he vuelto con unos dedos medio tontos, menos mal que tenemos un portero atento que me ha abierto la puerta del edificio antes de que me volviera loca intentando encajar la llave en la cerradura. Parecerá una tontería, pero ya me pasó algo así el año pasado una noche bajo la lluvia, lo que me costó luego recuperar la sensibilidad en las manos no lo quiero ni recordar.

Molasses sweet 
bread

Estoy viendo la taza de chocolate caliente con la que acompañé las rebanadas del pan de las fotos y me está dando un gran antojo. Si este fin de semana hace fresquito creo que nos quedaremos en casa a hacer un poco de vida hogareña y prepararé una tarde un buen cazo de chocolate a la taza. Habrá que hacer algo para acompañarlo, claro, así que si el elfo se porta bien - excusa - igual me animo con alguna receta carnavalera. Sabéis que me da mucha pereza freír y casi todos los dulces de Carnaval implican calentar aceite, pero bueno, un par de veces al año no hacen daño, ¿verdad?

Molasses sweet bread

El problema es que hay demasiadas recetas que quiero probar, y no me importaría repetir las que ya he catado. Entramos en el mismo problema que se presenta ante los interminables recetarios navideños, menos mal que las fiestas de Carnaval son más cortitas. Claro que luego tenemos la Semana Santa encima... y ahora se me ocurre que con este pan quedarían unas torrijas deliciosas. Ay, voy a callarme ya que tengo deberes que hacer antes de ir a clase. Probad este pan, que es muy sencillo y está buenísimo.

Receta de pan de molde de melaza y especias
Inspiración: adaptada de Trüffelschwein
Ingredientes para un molde de 30-35 cm

- 200 ml de leche vegetal
- 20 g de levadura fresca de panadría
- 400 g de harina de fuerza
- 50 g de mantequilla o equivalente vegetal sin sal, a temperatura ambiente
- 1 huevo L
- 60 g de melaza
- 1 cucharadita de mezcla de especias para pan de especias
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 huevo y un poco de leche extra para pintar

Calentar la leche ligeramente para dejarla tibia y desmenuzar encima la levadura. Añadir 50 g de la harina pesada y mezclar bien. Dejar fermentar 30 minutos. Mientras tanto, mezclar en un recipiente amplio el resto de la harina con la sal y las especias. Añadir la mantequilla troceada y mezclar un poco.

Formar un hueco en el centro de la harina y echar el prefermento, la melaza y el huevo ligeramente batido. Trabajar todos los ingredientes hasta integrarlos y comenzar a amasar. Si estuviera muy pegajoso, tapar y esperar 20-30 minutos. Amasar con fuerza hasta tener una masa elástica, suave y homogénea. Formar una bola, colocar en un recipiente ligeramente engrasado, tapar y dejar levar hasta que doble su tamaño.

Deshinchar ligeramente la masa levada y dividir en 6 porciones iguales. Lo ideal es pesar la masa completa y dividir, usando una balanza, para conseguir que cada parte sea prácticamente igual a las otras, aunque no es imprescindible que sea perfecto. Formar pequeñas bolas bien tensas y colocarlas en fila en un molde de pan rectangular engrasado.

Batir el huevo restante con un chorrito de leche y pintar ligeramente el pan.Tapar y dejar levar durante unos 30-45 minutos. Mientras tanto, precalentar el horno a 200ºC. Cuando haya crecido un poco, volver a pintar con huevo y hornear durante unos 25 minutos. Vigilar que no se dore demasiado por arriba. Esperar un poco fuera del horno, desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.

Molasses sweet bread

Molasses sweet bread

Mientras he estado editando las fotos y escribiendo esta entrada he estado escuchando la radio suiza online, con las noticias del día. Presto atención a medias, porque si estuviera escuchando en serio al mismo tiempo que intento redactar un texto coherente podría fundirme el cerebro, pero al menos me pone la cabeza en "modo alemán ON". El horario de las clases me sienta fatal porque a última hora mi sistema desconecta, y no es precisamente un idioma sencillito para darse un paseo. A lo largo del día leo y escucho muchas cosas en inglés, así que a veces llego a la escuela pensando en anglosajón y no hay manera de recordar el vocabulario germano más básico. A ver si con el parloteo en alemán de fondo llego más a tono.

¡Feliz tarde a todos! Ánimo que ya casi es fin de semana.

Molasses bread
22 enero, 2016

Avena con manzana, canela y leche de almendras. Adaptando la receta de mi padre

Si sois de los que se fijan en los detalles, podréis comprobar que en la receta de hoy. y otras que -espero- próximamente verán la luz, aparece la firma del año pasado. Sí, se me quedaron cosas por publicar antes de terminar 2015, y es que las entradas navideñas se llevaron todo el protagonismo de las últimas semanas. Pero, ¿qué más da? Las recetas son casi atemporales y no se merecen caer en el olvido, así que hoy os dejo mi versión adaptada de una de las especialidades de mi padre: avena con manzana, canela y leche de almendras. Un platito reconfortante, sano, hogareño, nostálgico y además perfecto para días fríos de esta época.

Oat apple 
porridge


Hoy en día la avena no es ningún ingrediente extraño en nuestro país. Los nutricionistas y médicos no dejan de recomendar este maravilloso cereal, los deportistas no pueden vivir sin ella e incluso es un básico en los blogs y páginas de tendencias. Pero, ay, cuando yo era niña vivíamos una situación bien diferente. Al menos en Murcia sólo existían los tarros metálicos de Quaker y tan sólo los podíamos encontrar en el supermercado de ECI. Recuedo acompañar a mi padre desde bien pequeña a ese reducto de comidas más especiales y precios algo excesivos, sólo en busca de avena.

Oat apple porridge


Mi padre cocina pocas veces y además cosas muy contadas. Platos de pasta sencillos, revoltijos de huevos y arroz, filetes de carne, algún plato de pollo al curry, receta que aprendió en Colombia y algunas especialidades suizas y austriacas. Pero hay algo que siempre, siempre asocio con él, y son sus cuencos de avena caliente con manzana.
 En realidad los copos de avena los toma también fríos, le encanta a la hora de la merienda cuando vuelve hambriento del trabajo, con yogur y plátano, pero en caliente tiene un algo especial más reconfortante. En verano triunfa el Birchermüesli (Weltweit bekannte Schweizer Spezialität) y, cuando las temperaturas lo permiten, cocina de vez en cuando para comer o cenar una buena ración de avena caliente cocida en leche, normalmente con manzana y canela.

Oat apple porridge


Es parecido al porridge británico, o a las gachas, un plato humilde muy de batalla al que se le puede añadir casi cualquier cosa. La avena es imprescindible en la dieta suiza, al menos así lo era en la familia de mi padre, y por eso es un ingrediente muy frecuente también en su repostería y panadería. Económica, de batalla, versátil, muy energética, nutricionalmente estupenda y ahora además es tendencia. Pero me gusta recordar su origen humilde y esos recuerdos de la infancia del olor a la avena de mi padre cociéndose lentamente en la olla.

Oat apple porridge


Receta de avena con manzana, canela y leche de almendras
Inspiración: mein Vater :)
Ingredientes para 1 ración medianita

- 35-40 g de copos de avena finos
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1 piquita de sal
- 250 ml de leche de almendras
- 2-4 cucharadas de agua
- 1 manzana reineta pequeña
- canela molida extra
- miel, azúcar moreno o endulzante al gusto
- ideas opcionales: un puñado de pasas o arándanos rojos, almendras, avellanas, un toque de cardamomo, etc.

Poner a calentar un cazo con los copos de avena y la canela. Dejar que se tuesten un poco, liberando los aromas a fuego suave. Añadir la leche de almendras y remover bien. Dejar cocer a fuego mínimo mientras pelamos y picamos o rallamos la manzana.

Incorporar la fruta y otros ingredientes opcionales, añadiendo un poco de agua o más leche a medida que vaya espesando. Cocinar unos 10-15 minutos, hasta tener la textura deseada. Servir caliente, con canela extra al gusto, endulzante opcional y un puñado de frutos secos si se quiere un contraste crujiente.

Notas:
Se puede hacer una ración más copiosa si va a ser un plato único a mediodía, y también se puede enriquecer añadiendo frutos secos, más fruta o un cucharón de yogur, queso fresco o incluso nata. La leche de almendras se puede sustituir por leche de vaca o por otra bebida vegetal, incluyendo mismamente de avena. Con calabaza asada está muy rica, también en versión más golosona con chocolate negro. Y se puede preparar más o menos espesa ajustando las cantidades de líquido al gusto. Tened en cuenta que espesará al enfriarse.

Oat apple porridge

¡Buen fin de semana!
17 enero, 2016

Un vistazo a mi Navidad 2015-2016

¿Vosotros también tenéis algo de tirria a los domingos? Recuerdo que de pequeña me encantaban por la mañana, pero una vez terminada la comida entraba en modo odio porque tocaba recoger y volver a la ciudad - solíamos estar en el campo - y prepararse para el lunes de cole. De mayor igual, aunque el odio se transformó en apatía y desgana, y ahora lo que me produce es algo de cansancio mental. El problema es que los domingos por aquí suelo estar condicionada por las agendas de la familia del elfo, y hay días como hoy que me viene todo mal. Encima él tiene partido a las 12.00 y luego Bernabeu a las 16.00, por lo que me parte la jornada por completo, pero bueno... Voy a aprovechar estas primeras horas para cerrar definitivamente la Navidad 2015-2016. Porque hasta San Antón, Pascuas son, y adivinad qué día es hoy ;).

Navidades 2015-2016

Navidades 2015-2016

Como siempre, han sido unas fiestas tranquilas con la familia más cercana, sin obligaciones, ni ataduras, ni compromisos. Tenía muchas ideas rondando la mente pero al final tuve que trabajar con el portátil bastante, así que dediqué las mañanas a teclear y correr y el resto de las jornadas a disfrutar de mi tierra y mi gente. No hizo prácticamente nada de frío, que por un lado estaba bien, pero por otro se hizo tedioso e incómodo. ¿Para qué me llevé cosas de abrigo ocupando sitio en la maleta? Repasando las últimas fiestas me he dado cuenta de que hace tiempo que no toca una Navidad murciana fría de verdad... espero que la cosa cambie próximamente. Es que no apetecía no comer castañas ni pedirse un chocolate caliente, costumbre que solía disfrutar mucho con mis padres.

Navidades 2015-2016

Navidades 2015-2016

Este año me llevé casi todas las galletas ya decoradas desde Madrid - con el consiguiente estrés en los últimos días en la capital - pero tuve tiempo de hornear Lebkuchen y las tradicionales tortas de Pascua con mi madre antes de Nochebuena. El día 24 llegó Papá Noel, como siempre, mientras preparábamos la cena, y dejó muchos regalitos para todos alrededor del árbol, que cada año me parece más bonito a pesar de que ya tuvimos que renunciar al pino natural. Para mis padres es mucho más cómodo y además no nos gustaba nada últimamente el panorama del vivero municipal, con el árbol sufriendo luego en casa con esas temperaturas. Lo que más me gusta de adornar el árbol es ir recordando dónde compramos los diferentes adornos y rememorar viajes e historias :).

Navidades 2015-2016

Navidades 2015-2016

Mi gato ha estado algo pesadete estas fiestas. Cuando regreso de visita hace como si no me hubiera ido nunca, aunque al principio me mira mal y me regaña un poco con su actitud victimista, que le encanta. Seguramente por la falta de frío no ha hibernado tanto este año, cuando normalmente se pasaba horas y horas buscando el sol y luego bajo el edredón de la cama. Parece mentira que tenga los años que tiene, esas noches con carreras y juegos de madrugada son más propios de un gatete jovenzuelo y no un señor maduro. Pero sigue siendo un amor y era adorable mirarle observando el árbol y dando zarpazos a algunos adornos colgantes.

 Navidades 2015-2016

Navidades 2015-2016

Para Navidad volvimos a casa de mi tío en la huerta a comer con mi abuelo, el tradicional guiso de pollo, patatas y pelotas con almendras, receta familiar de toda la vida. Corrí la San Silvestre - ya me la tomo como un divertimento para acabar el año y al final me lo pasé mucho mejor que otros años -, no nos complicamos la vida con los menús, paseamos mucho por el centro y recorrimos los tradicionales belenes. También subimos a la Cresta del Gallo una soleada tarde para inaugurar el año, mala fecha porque había mucha gente y la terraza del Quitapesares estaba a tope. Pero el belén de los montañeros sigue igual de encantador que siempre, cada año con detalles nuevos.

 Navidades 2015-2016

Navidades 2015-2016

El día de Reyes no tiene más relevancia especial en casa que el roscón que siempre hago, aunque este año las altas temperaturas casi me lo fastidian. Sobrefermentó en el primer levado, aquello crecía a una velocidad que no me esperaba y tuve que volver a amasar y dejarlo en la nevera toda la noche del 5 antes de formarlo, como había planeado inicialmente. Pero el madrugón del 6 me permitió tener listos dos roscones, uno que se fue al congelador y otro que devoramos con el café. El congelado tenía previsto traerlo a Madrid pero con el follón de la maleta y mi cabeza loca se quedó allí para ser disfrutado por mi familia, suertudos ¬¬. Me acordé nada más arrancar el tren y no sabéis qué rabia me dio.

Navidades 2015-2016


Mi madre pensó en salir a comer el mismo día de la Epifanía pero se nos ocurrió demasiado tarde, el restaurante al que queríamos ir estaba a tope. Bueno, pues vamos el día 7, que ya teóricamente habían terminado las fiestas, y así me despedía bien de estas vacaciones. Regresamos a Enso Sushi, donde ya comimos en Año Nuevo hace un par de Navidades, y de nuevo disfrutamos un montón con su comida. Me alegro de que sigan ofreciendo buen producto con platos de calidad sin precios desorbitados, y es ideal para en en grupitos y compartir de todo.

Navidades 2015-2016

Y nada más especialmente reseñable, la maleta fue una odisea pero llegué a Madrid sin incidentes. Parecían Navidades largas, y lo fueron, pero al mismo tiempo volaron en un suspiro. Doy gracias a que nadie se puso malo - es muy típico pillar virus estomacales o catarrazos en esas fechas - y que toda la familia estaba bien. Al final es lo más importante de estas fiestas :).
15 enero, 2016

El aroma a canela es maravilloso - Receta actualizada de Zimtsterne, estrellas de almendra

Ya ha pasado una semana desde que me despedí de mi cálida Murcia querida - ¿es mucho o poco tiempo? - así que iba tocando traer una nueva receta. Me temo que vuelven a ser galletas, y además algo navideñas... Pero como las Zimsterne son un dulce típico suizo no es como si viniera a estas alturas con polvorones caseros, ¿verdad? Estas delicias las horneé ya finalizando las fiestas en mi tierra, cuando se gastaron los demás dulces, porque no puede haber Navidad en casa sin ellas. Y hornear con canela es maravilloso, tal y como volví a comprobar ayer con unos panecillos que publicaré pronto. Hornear con canela, sea dulce o salado, es llenar de hogar cualquier espacio.

Zimtsterne

Por fin, mi primera entrada del año desde Madrid, de nuevo en casa - mi otra casa -, de nuevo reincorporada a mis rutinas. O más menos, ya que tenía pensado cambiar unas cuantas cosas en mi día a día pero será paulatinamente. Esta primera toma de contacto con el mundo real ha sido de deshacer maletas, terminar la ronda de regalos de Reyes, visitar a la familia política, guardar la parafernalia navideña, limpiar y ordenar el mini apartamento, cocinar, hacer la compra, readaptarme al clima de Madrid, retomar el alemán... Lo típico, vaya. Pocas novedades que reseñar.

Quiero hacer un pequeño resumen de mis días navideños en Murcia, como suele ser habitual, pero no he tenido mucho tiempo de ponerme a ordenar y editar una selección de imágenes, así que espero hacerlo a lo largo del fin de semana. Además, es mejor dejar pasar unos días de espacio para que la nostalgia no me pegue tan fuerte y ver las cosas con un poco más de perspectiva. Es que además mi regreso coincidió con tener las hormonas revolucionadas y eso es una bomba de relojería emocional. Menos mal que me conozco y lo combatí yendo al cine con el elfo a ver Star Wars y cenar por ahí nada más llegar, mano de santo.

Zimtsterne

Volviendo a las galletas, creo que puedo afirmar que las estrellas de almendra y canela son uno de mis dulces favoritos, por su sabor y por los recuerdos que me traen. Se supone que son navideñas - y realmente lo son, la forma de estrella, el glaseado, la canela... - pero en Suiza son tan típicas que las venden todo el año junto con otras pastas también tradicionales. A mi padre le chiflan y por eso las compraba cuando estábamos de visita en verano, así las conocí desde pequeñita y así me enganché a ellas. Son muy peculiares y diferentes a la típica galleta de mantequilla crujiente, no tienen nada de harina ni más grasas que la almendra, y el sabor de la canela es potentísimo. Más tarde descubrí la versión casera y tardé poco en intentar hacerlas en casa, tal y como ya publiqué hace unos años por aquí.

Sin embargo, con la práctica he terminado de dominar la elaboración y ahora me gusta mucho más como me quedan, así que pensé que tenía que actualizar la receta. Es difícil que salgan mal porque es una galleta muy básica, aunque es cierto que conviene ajustar a ojo un poco los ingredientes para conseguir la textura perfecta y el puntito de canela deseado. El Kirsch es opcional pero para mí le aporta el toque suizo distintivo que las hace únicas. Ah, sé que es un rollo tener que dejarlas reposar de un día para otro, pero creedme que es un paso necesario.

Zimtsterne


Receta suiza de Zimtsterne - Galletas estrella de almendra y canela
Inspiración: Adaptando a Betty Bossi y mi gusto personal
Ingredientes para una bandeja

- 2 claras de huevo L (unos 70-75 g, mejor pasteurizadas)
-1  pizca de sal
- 180-200 g de azúcar
- 1/2 cucharada de Kirsch o zumo de limón
- 1 y 1/2 cucharadas de canela molida

- 350 g de almendra cruda molida (aproximadamente)
- 1 clara de huevo L extra para glasear (mejor pasteurizada)
- 175-200 g de azúcar glasé para glasear

Preparar la masa con antelación, por la mañana o la víspera.

Empezar a batir las claras de huevo en un recipiente mediano, con batidora de varillas. Añadir la sal y batir hasta que estén espumosas, sin montarlas. Agregar el azúcar poco a poco y seguir batiendo hasta que se disuelva y obtentamos una masa densa y blanca. Añadir el Kirsch.

Mezclar con unas varillas aparte la canela con la almendra molida y echarlas a las claras. Mezclar todo muy bien hasta tener una masa homogénea, maleable pero no pegajosa, compacta pero húmeda. Ajustar la cantidad de líquido o de almendra según hiciera falta.
Estirar la masa sobre papel sulfurizado o una superficie limpia con azúcar glasé, para evitar que se pegue demasiado. Dejar un grosor de 1 cm y recortar estrellas con un cortador adecuado, no muy grande. Es más fácil si se reboza el cortador en azúcar glasé antes de cortar la masa, ya que tiende a pegarse. Colocar las estrellas en una bandeja de horno con papel sulfurizado y dejar secar a temperatura ambiente unas 6 horas o toda la noche.

Precalentar el horno a 200ºC y preparar el glaseado. Batir la clara de huevo añadiendo poco a poco el azúcar glasé tamizado hasta tener una glasa blanca, brillante y densa. Hornear las galletas durante unos 4-7 minutos, lo justo para que empiecen a dorarse, pero no deberían cambiar demasiado de color. Estarán tiernas al tacto pero se endurecerán al enfriarse. Colocar con cuidado sobre una rejilla y cubrir con una buena capa de glasa mientras siguen calientes. Dejar secar por completo.

Zimtsterne


Una buena Zimtsterne tiene que ser gordita, con un glaseado blanco crujiente que esconde un interior tierno con su profundo aroma a canela. Aguantan muy bien varios días, incluso no se ponen rancias si se dejan en una bandeja al descubierto para tentar a las visitas.

Parece que viene mucho frío este fin de semana, ¡yo encantada! :)
08 enero, 2016

Galletas checas de miel y especias - Vuelta a casa

Parece mentira que ya estemos a día 8 de enero. Me repito mucho, lo sé, pero no puedo evitar ponerme en modo pausa cada vez que empiezo a escribir una entrada en el blog, y eso me lleva a ver las cosas con perspectiva, desde fuera del ajetreo diario. En realidad la Navidad ha pasado como tenía que pasar, han sido fiestas muy largas, como siempre, pero bien aprovechadas. Ni pesadas ni breves, ni estresantes ni agobiantes; he disfrutado y eso es lo importante. En un par de horas cojo el tren pero antes tenía que dejar una receta dulce antes de despedirme, una vez más de mi Murcia. Así que vamos con unas galletas checas de miel y especias.

Honey christmas cookies

Hace tiempo leí en alguna parte que podíamos convertir la limpieza y el orden post navideño en otro momento de celebración más, o al menos que no fuera tan tristón como suele ser desmontar el árbol, el belén y guardar las decoraciones. Undeck the halls, decían. Al fin y al cabo, es bonito también a su manera despedir las fiestas, guardar los adornos con cariño y cuidado, recordar los buenos momentos y pensar que en unos cuantos meses nos esperan otra vez. Y no viene nada mal recuperar rutinas.

Honey christmas cookies

Lo único que me hubiera gustado mucho más es haber tenido frío. Con un poco me hubiera bastado. Que el espacio que han ocupado en la maleta los jerséis y guantes no hubiera sido inútil. Haber podido estrenar la bonita bufanda que me trajo Papá Noel. Pero no, he traído ropa de paseo, y eso que me contuve mucho, y ahora la maleta que vuelve a Madrid está a punto de explotar. También es ya parte de mis tradiciones, me temo.

Bueno, os dejo con estas galletas que tienen aires navideños pero que son estupendas para cualquier momento, especialmente durante el invierno que espero encontrar en Madrid. Miel, especias, un poco de frutos secos... huelen a hogar y hacen una pareja deliciosa con una taza de té calentito. Perfectas para preparar este fin de semana y compartirlas en familia con su aroma llenando la casa, mientras se guarda la Navidad en cajas y bolsas hasta el año siguiente. Yo espero que no me dé un bajón en el tren al despedirme, que en mi otro hogar me esperan muchas cosas, y mucha gente, maravillosa. Además pienso ir al cine a ver Star Wars - POR FIN - esta noche. En buena compañía :).

Honey christmas cookies

Receta de galletas de miel y especias checas
Autora: Liliana Fuchs (adaptando el libro Czech Cookery)
Ingredientes para unas 30-40 galletas

- 300 g de harina de repostería
- 2 cucharaditas de levadura química
- 1 buena pizca de sal
- 2 cucharaditas de mezcla de especias (o 1 cucharadita de canela, 1/4 cucharadita de jengibre, 1/4 cucharadita de nuez moscada, 1/4 cucharadita de clavo, 1/4 cucharadita de pimienta de jamaica/anís)
- 80 g de mantequilla sin sal
- 85 g de miel
- 55 g de azúcar
- 1 huevo L + 1 huevo extra para pintar
- almendras, avellanas y pistachos picados para dedorar

Tamizar la harina con la levadura química, las especias y la sal en un cuenco amplio. Derretir la miel en un cazo, añadir el azúcar y la mantequilla. Remover a fuego medio hasta conseguir una mezcla homogénea y dejar enfriar ligeramente. Romper encima los huevos, batir un poco y echar sobre la harina.

Trabajar bien la masa hasta conseguir una textura suave, lisa y sin grumos. Dividir en dos discos, envolver cada uno en plástco film y llevar a la nevera. Dejar enfriar como mínimo una hora, o mejor esperar al día siguiente.

Precalentar el horno a 180ºC y preparar unas bandejas. Estirar cada porción de masa con ayuda de un rodillo, dejando un grosor de unos 6 mm. Cortar las galletas usando cortadores al gusto, procurando que tengan más o menos el mismo tamaño. Distribuir las pastas en las bandejas, dejando un ligero espacio de separación entre ellas.

Pintar con huevo batido y añadir frutos secos al gusto por encima. Hornear a media altura durante unos 8-12 minutos, o hasta que se hayan dorado. Esperar un poco fuera del horno antes de llevar a una rejilla y dejar enfriar completamente.

Honey christmas cookies

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¡Nos leemos desde Madrid!
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