30 noviembre, 2011

La mezcla de especias para Lebkuchen

Como sois muchos los que me habéis preguntado por la mezcla de especias para pan de especias (o Lebkuchen), he pensado que era más sencillo dedicarle una pequeña entrada para intentar despejar todas las dudas al respecto.
En Suiza, Alemania, Austria, y otros países, es fácil encontrar en cualquier supermercado sobrecitos con la mezcla ya preparada (también venden para otras recetas, Strudel por ejemplo). Cuando voy a Suiza me hago con un buen cargamento, o pido a mi familia que me lo envíe. No sé si en tiendas especializadas de España se puede encontrar, pero es sencillo prepararla en casa, y ajustarla a vuestros gustos.

Las especias que lo componen normalmente (porque no hay una única fórmula válida) son las siguientes, todas molidas:

- canela
- anís
- anís estrellado
- cilantro (la especia tiene un sabor diferente a las hojas frescas)
- clavo
- nuez moscada
- jengibre
- cardamomo
- pimienta negra
- pimienta de Jamaica (la llamada allspice)


Os pongo una receta como base para hacer la mezcla casera, aunque, insisto, podéis probar ajustando las cantidades y los ingredientes a vuestro gusto o disponibilidad. La canela siempre predomina sobre las demás, y las picantes (pimienta, nuez moscada...) se añaden en menor cantidad.
- 10 clavos
- 4 vainas de cardamomo
- 1/2 cucharadita de semillas de anís
- 2 estrellas de anís estrellado

Triturar todo en un mortero, con un robot de cocina o un molinillo de café. Mezclar con:

- 1 y 1/2 cucharaditas de canela molida
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- 1/2 cucharadita de cilantro molido
- 1/2 cucharadita de nuez moscada molida

Guardar en recipiente hermético.

Operación Lebkuchen 2011 - I Crujiente

¡Último día de noviembre y ya en pleno modo navideño! 
Como podréis ver, el blog ya se ha vestido para la ocasión y he vuelto a activar el índide de recetas navideñas que preparé el año pasado (lo podéis encontrar en el menú superior y en la barra lateral), aunque me faltan por añadir las nuevas, espero actualizarlo hoy.

Muchas gracias por vuestros comentarios, felicitaciones y ánimos sobre la carrera, sé que no fue gran cosa pero para mi ha significado mucho :-). El tobillo parece estar bien, aunque las agujetas han sido más que interesantes! Claro que mi cuerpo no puede estarse tranquilo y estoy desde ayer con un dolor de espalda... empezó a dolerme mucho en el cine, quién sabe qué mala postura habré cogido... Ahora que lo pienso, seguramente fue durmiendo. Es que en los últimos días han bajado muchísimo las temperaturas mínimas, y en la cama, cuando hace frío, me enrosco como un ovillo de forma inconsciente; igualito que mi gato, claro que él tiene muchos más huesos y mejores músculos en su espalda que yo, y así me levanto luego dolorida y llena de contracturas. En fin...

Lebkuchen crujiente

Hoy empiezo una pequeña serie de entradas dedicadas al Lebkuchen o Pan de Especias. Se conoce como Lebkuchen a una especie de galletas o bizcochitos similares al gingerbread, típico en países germánicos. Hay muchas variaciones, siendo quizá la más conocida el de Nuremberg, y puede encontrarse con diferentes nombres. Se caracteriza por incluir muchas especias, fruta confitada, aromas cítricos, miel o melaza, frutos secos, y poca o ninguna grasa más allá de los huevos. Cada año me encuentro con decenas de recetas diferentes y todas me atraen muchísimo; mi sangre suiza no concibe una Navidad sin estos aromas tan característicos. Por eso, voy a probar unas cuantas  de estas recetas para ver las diferencias entre sí, e ir comentando los resultados. 
Si os interesa, aquí y aquí tenéis las recetas de los que horneé en años pasados. Y hoy empezamos con un Lebkuchen que no salió como esperaba, pero que está riquísimo igualmente.

Ligeramente modificada de DW- World. de

- 4 huevos L
- 260 gr de azúcar de grano fino
- 1 cucharada de mezcla para pan de especias (ver este post)
- zumo y piel rallada de media naranja
- piel rallada de un limón grande
- 1 pizca de sal
- 140 gr de almendra molida
- 70 gr de fécula de maíz (Maicena)
- 70-100 gr de harina
- 100 gr de naranja confitada picada
- azúcar glas y zumo de naranja para el glaseado

Precalentar el horno a 170ºC y preparar dos o tres bandejas. Dibujar círculos de unos 7-8 cm de diámetro con ayuda de un vaso o similar, dejando separación entre ellos de un par de centímetros.

Separar las yemas de las claras, reservando estas aparte.
Batir las yemas con el azúcar hasta formar una masa esponjosa; incorporar las especias, la sal, el zumo y ralladura de los cítricos, y batir un poco; añadir la almendra y batir otro poco más hasta que quede incorporada. Tamizar encima la fécula con la harina y trabajar la masa hasta que quede homogénea. Añadir la naranja confitada, repartiéndola bien. Batir a punto de nieve las claras e incorporarlas con movimientos suaves hasta que quede una masa homogénea.

Formar pequeños montoncitos de masa sobre las bandejas preparadas, usando las circunferencias como guía; cuidado porque se van expandiendo. Tomar pequeñas porciones con una cuchara e ir dejándolas con suficiente separación entre ellas. Hornear a media altura durante unos 15 minutos, hasta que se hayan dorado. Fuera del horno, glasear con la mezcla de azúcar y naranja, aún en caliente. Dejar enfriar sobre una rejilla.

Lebkuchen crujiente2

Observaciones:
Al leer la receta ya intuí que no parecía muy exacta en cantidades o en ingredientes, y que algo iba a fallar. Usando huevos de talla L, me quedó una masa demasiado líquida. Hice la primera hornada con las cantidades que se indican, pero para las siguientes añadí unas cuantas cucharadas de harina para darle más consistencia. Aún así, salieron muy planitos y crujientes. En realidad estaban riquísimos, muy aromáticos gracias a la mezcla de especias con la naranja y el limón, y lo crujiente siempre es agradable en la boca. Así que yo diría que es una receta para hacer galletas de pan de especias, pero en absoluto se parece al típico Nürenberger Lebkuchen.
Por tanto, veredicto: aunque las expectativas iniciales eran otras, son unas ricas y crujientes galletas aromáticas, y sencillas de preparar. Intuyo que no hace falta complicarse la vida montanto mucho las claras puesto que la pasa resulta casi líquida y no hay nada que esponjar.
27 noviembre, 2011

Sopa de calabaza y boniato

¡Estoy machacada! Pero feliz :)
Me he pegado un buen madrugón (ya sabéis, de esos en que las calles aún no están puestas) para poder desayunar bien antes de prepararme para ir hacia la carrera. ¡Qué frío hacía antes de amanecer! Pero iba con mucha motivación, aunque con algo de miedo por mi pie... Al final sólo me ha dado alguna molestia al principio, espero que mañana no tenga muchas secuelas!
A pesar de ir sola me lo he pasado muy bien; había muchísima gente y eso ha ocasionado algún problema que otro con la organización de la salida y la llegada, pero yo he corrido a mi ritmo (dejándome el alma en según qué cuestas, ya podría ser Madrid más llano :P) y he podido terminar sin desfallecer los 10 km en el tiempo que tenía en mente, alrededor de una horita. La verdad es que después de un esfuerzo así (que para mí ha sido enorme) cruzar la meta te da un chute de satisfacción, orgullo personal, sensación de libertad, armonía mental... difícil de describir pero muy recomendable. Y de regalo, una mañana preciosa, el parque del Retiro ha lucido hoy en todo su esplendor otoñal.

Pumpkin sweet potato soup

Y bueno... es el último fin de semana de noviembre, ya hay luces de Navidad por algunas ciudades, el monotema de las fiestas es totalmente inevitable... y en mi cabeza ya lo lleva siendo varios días, para qué negarlo. Si tengo tiempo esta tarde haré el cambio de look pertinente para el blog, mientras hago experimentos dulces con el horno. Pero a pesar de todo no me olvido de las calabazas, y para demostrar que no sólo la utilizo en repostería, dejo hoy una sopita muy reconfortante, que el frío ya se empieza a notar cada vez más. No tenía claro si llamarlo sopa o crema, porque tiene una textura melosa, pero puesto que las cremas en mi casa son mucho más espesas, sopa se queda.

Parecen muchos ingredientes, pero que no os asuste, casi la mitad son especias y se pueden ajustar al gusto de cada uno ;).

- 1 chalota
- 1 ramita de apio
- 1 1 diente de ajo
- 1 trocito de jengibre fresco
- 2-3 tomates, pelados y sin semillas
- 2 zanahorias medianas
- 1 boniato no muy grande
- 1 calabaza mediana

- medio vaso de vino blanco
- 2 cucharadas de zumo de limón
- 1 cucharadita de concentrado de tomate
- 1 litro de caldo de verduras
- 1 cucharadita de mezcla de hierbas provenzales
- 1 cucharada de cúrcuma molida
- 1/4 cucharadita de canela molida
- 1/4 cucharadita de cilantro molido
- 2 hojas de laurel
- sal y pimienta
- aceite de oliva virgen extra

Empezar preparando todos los ingredientes.
Picar la chalota, el apio, el diente de ajo, los tomates y las zanahorias. Pelar y rallar el jengibre, conservando el jugo que suelte. Pelar y trocear en cubos el boniato y la calabaza, desechando las semillas (o mejor, guardándolas para tostarlas luego).

Poner una olla o cazuela con un poco de aceite a calentar. Pochar a fuego bajo la chalota con el apio, el diente de ajo y el jengibre. Incorporar los tomates y las zanahorias; subir el fuego y saltear unos minutos. Añadir el boniato y la calabaza, dando unas cuantas vueltas para que se impregnen bien con el resto de ingredientes. Regar con el vino y dejar que se evapore el alcohol. Añadir el limón, el concentrado de tomate y todas las especias, cocinando a fuego medio unos minutos. Cubrir con el caldo de verduras, bajar el fuego y dejar cocinar hasta que todas las verduras estén bien blandas. Retirar las hojas de laurel, probar el punto de sal y apartar del fuego para que repose todo un poco. Triturar con ayuda de una batidora hasta dejar una textura fina pero con cuerpo (a mí no me gusta pasar las cremas por el chino, pero eso al gusto). Volver a calentar antes de servir, acompañado, como siempre, de buen pan.

Pumpkin sweet potato soup


Disfrutad de lo que queda de domingo, ¡y feliz inicio de semana!
25 noviembre, 2011

Galletas Sablés Mikado

Hoy, 25 de noviembre, es el día internacional de la lucha contra la violencia de género, el día nacional de las librerías, y, más importante, el cumpleaños de mi madre :-). Sí, mis progenitores celebran en la misma semana aniversario y cumpleaños (cosas de ellos), circunstancia que han aprovechado en los últimos años para celebrarlo como se merecen preparando alguna escapadita juntos. El año pasado fue Lisboa, y gracias a los trasbordos pude felicitarla en persona almorzando con ellos en el aeropuerto de Barajas, entre vuelo y vuelo. Este año no ha podido repetirse (la escapada se ha pospuesto para el puente de diciembre, al que, ya adelanto, me voy a unir yo) pero no podía dejar a mi madre en su cumple sin algún dulce casero y un regalito. Aprovechando el reto dulce de Whole Kitchen de este mes, una receta de mi libro navideño suizo que tenía ganas de probar, y el espíritu de las fiestas que ya me tiene conquistada, el otro día horneé unas "Mikado Sablés" que ayer partieron rumbo a Murcia junto con algunos de los bombones y un pequeño regalo que espero le guste cuando llegue hoy vía mensajero. ¡Muchas felicidades mamá! :)

Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de noviembre nos invita a preparar un masa básica en pastelería: pasta sablé.

Mikado Sables

La sablé es algo muy simple: esencialmente una masa de mantequilla poco dulce, que puede usarse como base para tartas (dulces o saladas), tartaletas, galletas, o lo que se nos ocurra. En mi libro de galletas suizas viene una versión similar que además sugiere distintas variantes (con cacao, nueces, almendras, piñones...). Una de ellas me hizo gracia por el nombre "Mikado", que no es más que añadir frutas confitadas muy picaditas para darle un toque de color dulce a la masa. Después de pueden glasear o dejar tal cual, yo lo hice con la mitad de las galletas. Lo bueno que tiene por tanto esta masa es que te permite jugar con ella, y siempre sale riquísima :-).


Receta de Das neue Guetzlibuch (Betty Bossi)

Para unas 60 galletas

- 175 gr de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 75 gr de azúcar (he usado tipo caster, de grano más fino)
- 1 cucharadita de azúcar vainillado
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada de leche de soja
- 250 gr de harina de repostería
- 50 gr de fruta confitada muy, muy picada
- azúcar glas, gotas de zumo de limón y gotas de agua, para el glaseado
- trozos de fruta confitada para decorar

Mezclar o batir la mantequilla hasta que quede muy cremosa (si se deja cortada en cubos a temperatura ambiente un par de horas será fácil). Añadir el azúcar, el azúcar vainillado, la sal y la leche, y mezclar. Incorporar la harina y trabajar la masa (con las manos es más fácil y divertido, luego huelen de maravilla) hasta que quede homogéneo. Añadir la fruta confitada muy picada y amasar un poco para que se distribuyan bien. Debe quedar una masa homogénea, suave, lisa, húmeda pero maleable. Dividir por la mitad y formar dos cilindros de unos 3-4 cm de diámetro; envolver cada uno en film de cocina y dejar enfriar en la necera como mínimo media hora (mejor más).

Precalentar el horno a 200ºC y preparar un par de bandejas.
Trabajando sólo una porción cada vez, desenvolver el cilindro sobre una tabla de cortar y, con un cuchillo bien afilado, cortar las galletas con cuidado, de unos 5 mm de grosor. Colocarlas sobre una bandeja, dejando un poco de espacio entre ellas (no crecen demasiado) y hornear a media altura durante unos 10 minutos. Consejo: a mí se me doraron enseguida, algunas más bien se tostaron; si tenéis un horno fuerte, bajar la temperatura a unos 185º-190ºC y vigilarlas bien cuando lleven ya 7 min. Esperar un par de minutos fuera del horno y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla. Continuar con la otra porción de masa.

Mikado Sables

Una vez frías, se pueden decorar con un glaseado sencillo. Exprimir el zumo de medio limón pequeño en un cuenco, añadir unas gotas de agua y mezclar con cucharadas de azúcar glas (tamizado previamente) hasta conseguir una glasa bastante líquida. Pintar la superficie de las galletas (yo hice así sólo la mitad) y decorar con unos trocitos de fruta confitada en el centro. Esperar a que seque la glasa antes de guardarlas.

Mikado Sables

24 noviembre, 2011

Bombones de chocolate negro con mazapán

Ayer amaneció un bonito día soleado; "perfecto para salir a correr un poco" pensé. Ya hace bastante fresco por las mañanas, pero definitivamente me gusta trotar con bajas temperaturas que con calor, me anima más a ponerme las pilas y entrar pronto en calor. Claro que al parecer mi tobillo izquierdo no estuvo muy de acuerdo con eso de hacer deporte y tuve que parar a mitad de mi recorrido habitual; ¡qué frustrante! Tenía ganas de seguir pero el dolor era imposible de ignorar. Se ve que lo sobrecargué demasiado el lunes y no había recuperado bien... Lo peor es que justo este domingo tengo mi primera carrera (qué nervios); me da miedo tener el tobillo todavía tocado cuando llegue el día, y no estar en buena forma por no haber podido entrenar bien esta semana. En fin, me lo tomaré con calma, a ver qué pasa.

Bombones

Aunque al otro lado del Atlántico están totalmente entregados a Acción de Gracias y sus tradicionales y pantagruélicas cenas, la Navidad se nota ya en muchos rincones de la red. Y en mi cabeza no podía ser menos, ando todo el día dando vueltas a listas de regalos, recetas, galletas, menús especiales... Hay que empezar ya a planificarse. Los regalitos gatronómicos caseros son un éxito en estas fechas, las galletas suelen triunfar pero... ¿por qué no regalar unos bombones?
Gracias a Silikomart y su campaña navideña he tenido la oportunidad de estrenarme en esto del chocolate preparado en casa, y aunque me falta práctica, me ha encantado la experiencia :-)

Molde de bombones

Este es el molde Christmas perteneciente a la extensa gama de chocolates que tienen en catálogo. Con bonitas formas navideñas podemos personalizas nuestros bombones usando el chocolate que más nos guste. Yo he usado chocolate negro, mi favorito, y he querido darle un toque más festivo rellenándolos de masa de mazapán aromatizada con Mistela.

- una tableta de unos 300 gr de chocolate negro de buena calidad
- pasta de almendra o masa cruda de mazapán
- licor dulce (por ejemplo, Mistela)

Cortar la pasta de almendra en trocitos y ponerlos en un cuenco; añadir un pequeño chorrito de licor dulce y trabajarlo con las manos hasta conseguir una masa homogénea, húmeda pero no demasiado; el licor sólo tiene que darle un toque, no empapar la masa. Reservar.

Para que el chocolate quede con brillo una vez solidificado, se debe atemperar. Para ello lo ideal es contar con un termómetro adecuado y una placa de mármol, pero para no complicarnos mucho se puede hacer de forma más simple. Con 300 gr de chocolate tendremos suficiente para un par de moldes, sobrará, pero es más sencillo trabajar con cantidades grandes.


Bombones

Picar o rallar el chocolate. Poner un recipiente metálico al baño maría, procurando que el agua no toque la base. Incorporar 2/3 del chocolate al cuenco y fundir, removiendo con suavidad con una lengüeta de silicona. Cuando esté muy caliente, retirar del fuego e incoporar el resto del chocolate, trabajando todo con la lengüeta para que se funda; esto baja la temperatura. Cuando se haya enfriado bastante, devolver al baño maría hasta que se caliente un poco más. 

Sobre una superficie cubierta de papel de horno (para evitar manchas y poder recuperar el chocolate que se caiga), verter un poco de chocolate en cada cavidad. Tomar pequeñas porciones de la masa de mazapán, colocar en cada hueco y rellenar hasta arriba con el chocolate. Dar unos golpecitos para que salgan las burbujas de aire. Con una espátula plana, retirar todo el chocolate sobrante para dejar la superficie lisa. Dejar en un lugar fresco para que se enfríe y solidifique. En invierno es ideal a temperatura ambiente; si usamos la nevera (poco recomendable), cubrir con film para evitar que absorva malos olores. Una vez solidificados, poner boca abajo el molde y volcar con cuidado.

Bombones

No quedaron perfectos pero sí deliciosos, y me lo he pasado genial jugando con el chocolate por primera vez. Próximamente más bombones!
22 noviembre, 2011

Pan de jengibre y calabaza

Y sigue lloviendo... 
Y yo encantada; por el momento la lluvia cuadra con mis planes. Ayer, que salí a correr por la mañana y luego tuve que ir a varios sitios por la tarde, ni una gota. Hoy, anque en un ratico saldré a comprar un par de cosas que me hacen falta, tengo planes caseros, así que por mi puede seguir lloviendo todo el día (aunque sé que a muchos no les hará gracia). Lo malo es que necesito hacer unas fotos a unas cositas y hay muy poca luz... Las del cake del otro día no salieron del todo mal porque ese ambiente gris y lluvioso era el entorno ideal para él, pero para lo de hoy... Vale, dejo de hacerme la misteriosa, son simplemente unas galletas que horneé ayer para enviar a mi madre, que cumple años a finales de esta semana :-). Por cierto, ayer fue el aniversario de mis padres, 30 años junticos ya! Como sé que mi padre me lee desde el anonimato (cuando el trabajo le da un respiro): ¡¡felicidades!! A ver si este fin de semana celebráis los dos eventos por todo lo alto ;)

Ya comenté que tengo alguna que otra receta con calabaza en la recámara (y otras tantas pendientes de hacer). Así que hoy os traigo una de ellas, que me veo en plena temática navideña con cientos de recetas calabaciles esperando su turno por aparecer. Aunque bien pensado, el bizcocho o "pan rápido" de hoy es bastante navideño... Otra variante del gingerbread, que se suma a las que ya han aparecido por el blog en los últimos años. El azúcar moreno, la melaza y la calabaza aportan un tono oscuro a la miga, un aroma ligeramente tostado y gran sabor y ternura a la masa, potenciando mucho más los sabores de las especias. Ideal también para tardes lluviosas :).


Pumpkin gingerbread

Receta adaptada de Oh She Glows

- 1 huevo L a temperatura ambiente
- 250 ml de calabaza
- 3 cucharadas de sirope de ágave
- 60 ml de melaza
- 55 gr de mantequilla a temperatura ambiente (yo uso esta)
- 100 gr de azúcar moreno
- 250 gr de harina
- 1 cucharadita de levadura química
- 1 y 1/4 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de mezcla para pan de especias (opcional)
- 3/4 cucharadita de canela molida
- 3/4 cucharadita de jengibre molido
- 1/2 cucharadita de clavo molido
- 1/4 cucharadita de nuez moscada

Precalentar el horno a 180ºC y preparar un molde rectangular.
En un cuenco mediano, batir a mano con unas varillas el huevo con la calabaza, la melaza, la mantequilla y el azúcar moreno. En otro recipiente más grande, combinar la harina con la levadura, el bicarbonato, la sal y las especias. Hacer un hueco y verter la primera preparación. Mezclar bien todo con una espátula hasta conseguir una masa homogénea. Distribuir en el molde igualando la superficie. Hornear a media altura durante unos 45-50 minutos, hasta que al pincharlo con un palillo o brocheta salga limpio. Esperar unos minutos fuera del horno, desmoldar y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla.

Pumpkin gingerbread

20 noviembre, 2011

Cake de manzana y canela

Un par de horas después de escribir en el anterior post "(...) aunque en Madrid lleva unos días sin llover..." llovió. Y de qué manera. Como dije, el elfo y yo fuimos al cine esa tarde, cogiendo el metro para llegar al centro para poder ver la película en versión original subtitulada (una de las cosas que adoro de Madrid es poder disfrutar así de los estrenos). Claro que no imaginábamos que en la Puerta del Sol nos recibiría el diluvio universal. Bueno, vale, exagero un poco, pero es que empezaron a formarse ríos en las calles que están en cuesta y las plazas se inundaron en cuestión de minutos! Pero fue, a su manera, agradable y divertido :) Corriendo nos refugiamos en el cine y me lo pasé genial con la película (Carnage, Un dios salvaje). Aunque la cena la dejamos para otro día, teníamos los pies empapados y estábamos helados, sólo apetecía refugiarse en casita esa noche.

Lloviendo

Hoy domingo ha vuelto a amanecer lloviendo, y mucho. A media mañana ha dado un respiro y hemos podido ir yo al mercadillo y el elfo a su partido de fútbol. Y nada más volver me he puesto la ropa de estar por casa y he activado el modo hogareño en mi organismo; No me he encontrado hoy muy bien, y con la lluvia y el frío este domingo lo pedía a gritos.
Pero no me he estado quieta... ya sabéis, el síndrome "hornearporquellueve" es algo a lo que resulta imposible resistirse. Así que a pesar de que tengo entradas ya preparadas y rezando por ver la luz, para terminar esta inestable (en muchos sentidos) semana y encabezar bien la nueva, un cake muy otoñal cuyo protagonismo cae en una de esas parejas gastronómicas perfectas: la manzana y la canela.

Manzana reineta

Cinnamon

Receta basada en The Gallery Gourmet

- 115 gr de harina integral
- 65 gr de harina de repostería
- 1 y 1/2 cucharaditas de levadura química
- 1/2 cucharadita de sal rosa del Himalaya (o normal)
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
- 175 gr de azúcar moreno
- 180 gr de queso fresco batido desnatado
- 2 huevos L
- 55 gr de mantequilla (sin lactosa y sin grasas hidrogenadas, en mi caso)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 2 manzanas reinetas medianas
- 35 gr de azúcar moreno
- 2 cucharaditas de canela molida

Apple cinnamon cake

Precalentar el horno a 175ºC y preparar un molde redondo, mejor si es desmontable.
Tamizar en un cuenco las harinas con la sal, la levadura y la nuez moscada. Pelar y descorazonar las manzanas; picarlas en cubos pequeños. Reservar.

En otro recipiente más grande, batir la mantequilla con el azúcar moreno, el queso fresco y la vainilla, hasta que queden integrados; añadir los huevos, uno a uno, batiendo bien, hasta conseguir una mezcla homogénea. Incorporar encima la preparación de harina y batir ligeramente con unas varillas hasta que no queden grumos secos.

Apple cinnamon cake

Apple cinnamon cake

Mezclar en un pequeño recipiente el azúcar moreno extra con la canela; poner dos cucharadas de sobre las manzanas y mezclar bien. Añadir las manzanas a la masa, incorporándolas con una espátula, siguiendo movimientos suaves. Repartir sobre el molde, igualando la superficie. Espolvorear por encima el resto del azúcar y canela.

Hornear sobre una rejilla a media altura durante unos 55-60 mintuos. Esperar un poco fuera del horno antes de desmoldar y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla.*

Apple cinnamon cake


* Tengo que confesar que he pecado, y esa primera porción me la tomé aún templadita... tierna, aromática, reconfortante, deliciosa. Así que doy permiso para servir el cake sin enfriar del todo :P.

18 noviembre, 2011

Sopa Bullabesa

Cuando estábamos a lunes parecía lejano, pero ya tenemos el fin de semana aquí otra vez :) Y parece que muy pasado por agua; aunque en Madrid lleva unos días sin llover mi madre me ha dicho que en Murcia sí tienen tormentas; imagino muchos murcianos comiendo migas hoy! 
Este fin de semana viene en España marcado por las elecciones del domingo... casi se me olvida puesto que ya voté hace días y he desconectado un poco de la actualidad por sobrecarga mental... yo tengo muchos planes para estos días y espero que me cunda bien el tiempo. Para empezar, esta tarde toca cine y cena en parejita, plan básico donde los haya, pero siempre apetecible ^_^.
En días lluviosos y fríos ya sabéis que una de las mejores cosas que se pueden hacer es hornear, pero tampoco está nada mal dedicar un poco de tiempo a preparar un buen guiso o una sopa con el caldo casero.

Whole kitchen en su Propuesta Salada para el mes de noviembre nos invita a preparar un clásico de la cocina francesa: Bullabesa.

Conocía esta sopa por haberla visto en revistas y libros de cocina, blogs,  y en lso menús de muchos locales en Francia, pero la verdad que no se me había ocurrido tratar de prepararla en casa. La propuesta de WK me pareció ideal para probarla y así variar un poco la forma de tomar pescado. Me ha gustado tanto el resultado que tardé poco en llamar a mi madre para comentarle la receta; ya hemos planeado prepararla juntas algún día de estas Navidades :-).

Bouillabaisse

Yo he usado el pescado y marisco que tenían ese día en la pescadería donde suelo comprar, adaptando las cantidades de las recetas que he visto para dos personas. Sobró caldo para congelar y usarlo en futuras preparaciones; sale tan rico que merece la pena.

- aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolleta grande
- 2 dientes de ajo
- 2 ramitas de apio
- 1 puerro grande
- 1 rama de hinojo
- 2 hojas de laurel
- 2 clavos de olor
- pimienta negra
- perejil picado
- 200 gr de tomate pelado al natural, troceado
- piel de 1 naranja
- 1/2 cucharadita de hebras de azafrán
- 1/2 vaso de vino blanco
- cabezas y espinas de pescado y/o marisco
- agua
- sal
- 400-500 gr de filetes de pescado blanco variado, limpios
- 10 langostinos
- 4 gambones
- 225 gr de mejillones
- 200 gr de almejas

Calentar aceite de oliva en una olla o cazuela y sofreír la cebolla, el ajo, el puerro y el hinojo, bien picados, unos 5 minutos. Añadir el hinojo, el laurel, los clavos, un poco de pimienta negra recién molida y perejil fresco; saltear un par de minutos. Incorporar el tomate, la piel de naranja, el azafrán, y las cabezas y espinas de pescado y marisco. Regar con vino blanco a fuego fuerte; cuando se evapore el alcohol, cubrir con agua, poner al punto de sal y dejar cocinar a fuego medio durante unos 30 minutos, sin tapar.
Colar con cuidado, presionando todo bien para que suelte el jugo de los pescados. Probar el punto de sal y volver a poner al fuego en una cazuela. Incorporar el pescado y marisco, dependiendo del tipo que vayamos a usar, para ajustarlos a los tiempos necesarios de cocción. Dejar reposar unos minutos y servir caliente, separando el pescado del caldo o directamente todo junto, decorando con unas ramitas de hinojo, y buen pan para acompañar.

Bouillabaisse

17 noviembre, 2011

Y llegó mi AIG! :)

Ya no puedo negarlo más, la Navidad se ha vuelto a apoderar de mí. Las tiendas no me han ayudado mucho a resistirme, que digamos, pero es que además en cada película o serie que veo, se nombran las Fiestas directa o indirectamente... Mi suegra ya está consultándome sobre platos para Nochebuena, mis padres planeando cosas... y distintos eventos gastronómicos de la blogosfera también me llevan ya a la Navida, como el Bundt del otro día. ¡Pero lo mejor es que ya han llegado a casa los primeros regalos de este año! Hablo claro del Amigo Invisible, que aunque se organiza para noviembre, yo lo considero un evento navideño y es como si llegara Papá Noel por adelantado :-)

El caso es que ayer, nada más después de comer, me fui a hacer la compra temprano para evitar las masificaciones. Además tenía en mente no dejar la casa vacía por las mañanas por si llegaba el cartero. Pero cuál fue mi sorpresa al volver con el carrito a cuestas y ver al susodicho con paquete en mano llamando al telefonillo, ¡a mi piso! "¡Qué suerte has tenido!" me dice :). No sabía que también repartían por las tardes; si llego unos minutos más tarde y me encuentro el aviso me da algo :P


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Así que, emocionadísima, coloqué rápidamente toda la compra y empecé a abrir el paquete, seguramente con una sonrisa de oreja a oreja (estas cosas me ilusionan mucho, parezco una cría!). Al ver el remitente ya me imaginé quién era: Dolors, del fantástico Blog de cuina de la dolorss, seguro que lo conocéis :). Empecé a sacar paquetitos y tuve que hacer un gran esfuerzo por sacar la primera foto antes de empezar a abrirlos todos, jajaja. Empecé por la carta, como debe ser, donde Dolorss me cuenta cositas sobre ella y su familia, se disculpa por haber tardado un poco en hacer el envío (nada de disculpas mujer, que además siempre disfruto más cuanto más cerca de diciembre llegan!) y me da permiso para empezar a desvelar los regalos, que seguidamente me explica.


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¡Me ha encantado todo! Y es que parece que me conozca muy bien, porque ha acertado de lleno con cada cosita :-).  Además todo bien envuelto con mucho cuidado y detalle.

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Detallitos navideños de los que me encantan, copos de nieve de madera y muchas figuritas de fieltro monísimas para decorar lo que se me ocurra con ellas.

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Dulces típicos de su zona: unas tortitas de turrón de almendra que en su casa vuelan (y me temo que en la mía también lo harán, me encanta este turrón), bombones artesanos variados (me pierde el chocolate) y unas delicias catalanas llamadas Catanias de una pastelería cercana a su casa (ya las he probado y son terriblemente adictivas!).

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Un coqueto tarro de mermelada casera preparada por ella (especiada, buenísima!) y una velita navideña en un recipiente muy bonito que reusaré sin dudarlo :).


Una bonita caja metálica (que guardaba los tarros anteriores) que se suma a mi colección, ¡soy adicta a ellas! Unos recipientes muy monos para aperitivos, degustaciones o decoración de la mesa, que me vienen de perlas porque no tenía ningunos así y un potente batidor para preparar capuccinos o chocolates espumosos (genial, porque el que me regaló nuestra añorada Sonia en 2008 me lo dejé en Murcia y está el pobre ya pidiendo la jubilación).

No sé si se nota pero aún me dura la ilusión que me invadió ayer abriendo y descubriendo todo ^_^. Muchísimas gracias Dolorrs porque me ha encantado todo, has acertado completamente con cada regalito y te agradezco mucho el cariño que has puesto en cada detalle!

Ya van quedando pocos paquetes por llegar a sus destinos... ¿el vuestro ha llegado ya? Me lo estoy pasando genial este año otra vez viendo los regalos que van apareciendo en cada uno de nuestros blogs. Miles de gracias de nuevo a Jo por organizarlo, a Carol por el logo y a Bea por haber iniciado esta locura hace ya tres años.
15 noviembre, 2011

Bundt Cake de chocolate y naranja bajo en grasa


Hoy es, 15 de noviembre, es el Bundt Day, actualmente un evento mundial para los amantes de la repostería. The Food Librarian, la gran referencia mundial para pasteles Bundt, lleva años celebrando esta gran ocasión con una gran cantidad de recetas variadas, y El Rincón de Bea se ha convertido en nuestro referente patrio (aunque ya con repercusión internacional) para este tipo de ricos y pecaminosos dulces. Lo "malo" que tienen los Bundt es que son una bomba de calorías, grasas y azúcares, pero taaaaan ricos...

Yo suelo reservar el horneado de Bundt para ocasiones en las que nos juntamos la familia o varios amigos a comer, para poder repartirlo bien entre todos, ya que un Bundt sólo para dos personas me parece pasarse un poco demasiado.
 Chocolate orange bundt cake

Este año se me ha echado el tiempo encima y no he podido cumplir con lo que tenía planeado, estrenar el maravilloso molde navideño que gané en el sorteo de Ingrid, para compartir en una de las comidas familiares de los domingos. Pero esta mañana desayunando empecé a ver muchos Bundts por la red y me entró envidia... Entonces recordé una receta que tenía anotada desde hace tiempo para probarla, un cake bajo en grasas, sin huevos, sin leche, sin mantequilla... ¿podía quedar bien? No tenía mucho que perder, así que me puse al lío bien temprano.

Pues el resultado es fantástico para ser un cake vegano y sin casi grasa. Conserva la forma del molde perfectamente (me daba mucho miedo al desmoldarlo, pero seguí los consejos de Bea y no hubo problema), la miga es compacta pero esponjosa, no es nada seco y sobre todo, con un aroma y sabor potente a chocolate, en equilibrio perfecto con la naranja. Aviso de que quizá resulte algo poco dulce para personas más acostumbradas a bizcochos más azucarados; yo me estoy acosumbrando a reducir el punto de dulzor y además así puedo pasarme con el azúcar glas después, o acompañarlo de chocolate fundido, o mermelada de naranja...
Obviamente no tiene la potencia de un Bundt con su mantequilla, sus huevos y su azúcar, pero para un capricho sin echar a perder la dieta va genial. Eso sí, si podéis, daros el gustazo por un día de festejar el Bundt Day con una de las pecaminosas recetas que rondan por la blogosfera ;) Yo lo haré en cuanto surja la ocasión!

Chocolate orange bundt cake

Basada en esta receta de FatFree Vegan Kitchen

- 215 gr de harina de repostería
- 215 gr de harina integral
- 270 gr de azúcar caster (de grano fino, o usar normal)
- 45 gr de cacao puro en polvo
- 2 cucharaditas de bicarbonato sódico
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de canela molida
- 1/4 cucharadita de clavo molido
- 165 ml de yogur natural de soja (o lácteo)
- 1 cucharada (15 ml) de aceite de girasol
- 2 cucharadas (30 ml) de vinagre de Jerez
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 360 ml de agua
- 125 ml de zumo de naranja
- ralladura de piel de 1 naranja grande

Precalentar el horno a 175ºC y preparar un molde de Bundt, engrasándolo con aceite y dándole una ligera capa de harina tamizada.
En un recipiente grande, mezclar las harinas con el azúcar, el cacao tamizado, el bicarbonato, la sal y las especias. En otro cuento, batir a mano el yogur con el aceite, el vinagre, la vainilla, el agua y el zumo de naranja. Formar un hueco en los ingredientes secos y verter la segunda preparación. Añadir la ralladura de naranja y batir con unas varillas a mano durante un par de minutos, hasta conseguir una masa totalmente homogénea, de consistencia viscosa. Verter con cuidado en el molde, igualando la superficie, y hornear sobre una rejilla a media altura durante unos 45-55 minutos.

Los bordes deben empezar a despegarse ellos solos y al pinchar una brocheta en medio debe salir limpia. Esperar fuera del horno 10 minutos, desmoldar poniéndolo boca abajo sobre una rejilla y dejar enfriar totalmente antes de servir. Espolvorear con azúcar glas tamizado o cubrir con un glaseado de chocolate al gusto.

Chocolate orange bundt cake
13 noviembre, 2011

Calabaza rellena de boletus con castañas

Casi todos los sábados el elfo y yo comemos con parte de su familia, sus padres, su tío, su prima, el marido (alemán) de su prima y sus dos pequeñuelos de 4 añitos (adorables). A veces se nos une alguien más, pues tienen parientes desperdigados por toda la Península, normalmente en ocasiones especiales. Ayer fue una de ellas, pues había que festejar un doble cumpleaños; su padre y su tío nacieron con sólo un día de diferencia, aunque en años diferentes, ¡qué cosas :) ! Fuimos a comer a un sitio un poco especial y lo pasamos estupendamente, con buena comida y mejor compañía; la verdad es que son todos majísimos y me tratan de maravilla, he tenido suerte con la familia política.
Esta mañana temprano hemos ido, como de costumbre, mi suegra y yo al mercadillo y después a un par de recados más. Pero hoy me tocaba comer sola, con el elfo en la otra punta de Madrid jugando su partido de los domingos, así que he aprovechado para hacerme algo diferente, que normalmente el carnívoro de la pareja no recibiría con mucha ilusión.

Hace no mucho que descubrí el evento mensual vegetariano que organiza Cocinamos Sin Crueldad,  y por fin he podido llegar a tiempo a participar. Para la edición CSC#11 del mes de noviembre, nessie de Chocoginja ha elegido un tema muy de temporada, las setas. Con el otoño ya encima, ya se ven buenos ejemplares de setas en los mercados (y los más afortunados, en bosques y campos); unos magníficos boletus en nuestro puesto de confianza me inspiraron para esta receta improvisada. Acompañados de otros dos productos muy otoñales, las castañas y, cómo no, la calabaza. No tiene mucho misterio la verdad, es una preparación muy simple, pero lo bueno es que admite las variaciones y añadidos que se os ocurran.

Roasted squash with boletus and chestnuts

Para 1 persona como plato único, o 2 personas como primer plato:

- 1 calabaza pequeñita
- aceite de oliva virgen extra
- 1/2 diente de ajo
- 1 cucharadita de concentrado de tomate
- 1 boletus mediano
-  4-5 castañas
- zumo de limón
- vino blanco
- leche o nata vegetal (para darle cuerpo, opcional)
- hierbas provenzales (tomillo, romero, orégano...)
- sal y pimienta negra
- queso para gratinar (opcional)

Lavar la calabaza, cortar los extremos y partir en dos mediante un corte longitudinal por el medio, usando un buen cuchilo afilado. Retirar las semillas y los posibles filamentos del interior. Poner en una bandeja con un poquito de agua, boca abajo, y hornear unos 10-15 minutos, hasta que esté la carne tierna, pero al dente. Hacer un corte en forma de X en las castañas y asar unos minutos hasta que se puedan atravesar con un cuchillo; dejar enfriar un poco y pelarlas, aún calientes.

Picar el diente de ajo y trocear el boletus y las castañas en piezas más o menos grandes, al gusto. Calentar un poco de aceite en una sartén y dorar ligeramente el ajo; añadir el boletus, el tomate, y un chorrito de zumo de limón. Saltear unos minutos a fuego fuerte; regar con vino y dejar que se evapore el alcohol. Sazonar con las hierbas y añadir un poco de leche o nata, si se desea. Extraer la carne asada de la calabaza, pero dejando una capa antes de llegar a la corteza; incorporar a la sartén, chafándola bien para que se mezcle de forma homogénea; añadir las castañas y cocinar unos minutos más. 

Roasted squash with boletus and chestnutsRellenar con esta preparación las calabazas y hornear unos minutos hasta que estén bien tiernas. Se pueden cubrir con queso para que gratinen, pero yo quise hacer una receta totalmente vegana en esta ocasión (y recortar calorías, ya de paso ;) ).
Servir calientes; la idea es poder "rascar" con el tenedor la carne bien tierna de la base de la calabaza, que se habrá terminado de hacer en el segundo golpe de horno.

Roasted squash with boletus and chestnuts
10 noviembre, 2011

Corona trenzada otoñal de calabaza

Por fin, mi paquete con los regalos que he preparado para el Amigo Invisible, está de camino; ¿hacia dónde irá? :) ¡Espero que llegue pronto, bien, y que guste mucho a su destinatario/a! He tenido algún que otro problema en prepararlo, entre otras cosas porque llevan agotadas las cajas de embalaje que venden en Correos varios días... en todo Madrid. No quedan en el almacén central, y no saben cuándo van a reponer. Estupendo, ideal para las fechas prenavideñas! Cuánta previsión... ¬¬ En fin, ya he aprovechado también para mandar mi voto por correo... tampoco ha sido fácil en este caso, he tenido que darle muchas vueltas para conseguir decidirme a medias y aún así... Pero bueno, yo he cumplido con mi parte. Que ellos hagan lo mismo ya es otro cantar...

Hoy de nuevo una receta con calabaza. Y me temo que todavía quedan unas cuantas, así que lo siento mucho por estar monotemática :P. Es que no sólo me encanta cocinar con ella, además tengo que darle salida a las varias decenas (sí, decenas) de calabazas que me trajo mi padre cuando vino en septiembre. ¡Menos mal que aguantan varios meses si no se abren! Aunque de ahora en adelante me voy a convertir en "duotemática", las Navidades se acercan...

pumpkin bread

El pasado fin de semana tenía restos de puré de calabaza en la nevera que había que usar; me encontré con esta receta en la web de King Arthur Flour y no pude resistirme a probarla. La trenza quedó algo chapucera porque esa tarde estaba liada con mil cosas a la vez, pero salió muy tierna y con un sabor suave muy agradable. Muy rica tanto con acompañamiento dulce como con salado; yo la desayuné con mermeladas y el elfo con queso y jamón de pavo, cada uno a lo suyo :)

- 250 gr de harina de fuerza
- 50 gr de harina integral
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- 1/4 cucharadita de clavo molida
- 3/4 cucharadita de sal
- 35 gr de panela (o azúcar moreno)
- 1 cucharadita de levadura seca de panadería
- 215 gr de puré de calabaza
- 1 huevo L, ligeramente batido
- 30 gr de mantequilla derretida, o aceite suave

Mezclar todos los ingredientes secos en un recipiente. Añdir la calabaza, el huevo y la mantequilla, y mezclar hasta que quede todo incorporado. Tapar con un paño y dejar reposar 30 minutos. Amasar según el método preferido hasta conseguir una masa lisa, homogénea y elástica. Es una masa pegajosa pero debe resultar manejable, es mejor trabajar sobre una superficie enharinada. Formar una bola y dejar en un cuenco limpio ligeramente engrasado con aceite. Tapar con film y un paño de cocina y dejar reposar durante una hora y media o dos horas.

Cuando haya crecido casi el doble, deshinchar un poco con las manos y dividir en tres porciones iguales. Formar piezas alargadas y trenzar; unir los dos extremos para formar una rosca. Colocar con cuidado sobre una bandeja de horno preparada y colocar en el hueco central un vaso engrasado, para evitar que se cierre. Tapar con film y dejar reposar entre 60-90 minutos.

pumpkin bread2

Hornear en horno precalentado a 190ºC durante unos 30 minutos, hasta que se haya dorado y al golpear la base suene hueco. Fuera del horno, colocar sobre una rejilla. Mientra sigue caliente, "barnizar" con mantequilla o aceite para darle un tono brillante y más aroma (opcional, pero recomendable). Dejar enfriar totalmente antes de cortar en rebanadas.
06 noviembre, 2011

Pan de frutas Earl Grey con ágave

Después de una semana gris y lluviosa, hoy ha amanecido un domingo soleado en Madrid. No sé si son imaginaciones mías, pero se ve la atmósfera más limpia y la luz más brillante, algo complicado en una ciudad tan grande y con tanta contaminación, pero es la sensación que me deja un cielo despejado tras las lluvias. Hace realmente un día de otoño precioso, que habrá que aprovechar. Eso sí, las temperaturas siguen bajando, ya tenemos que ir al mercadillo semanal con abrigo y guantes (voy con la madre del elfo todos los domingos y tenemos que madrugar o si queremos evitar la marabunta de gente pesada pidiendo).

La semana próxima viene cargada de planes, y con un día festivo en medio, la Almudena, patrona de Madrid, con el que no contaba, pero que aprovecharé para tareas domésticas. Ya he visto que los paquetes del Amigo Invisible han empezado a llegar; yo tengo mis regalos a medio preparar y espero que estén en camino de su destinatario como muy tarde a finales de esta semana. Qué nervios :-).

Este "pan" de frutas es de esos que los angloparlantes suelen denominar tea bread. Pueden llevar o no té en su composición, pero se suelen distinguir por incluir frutas secas en la masa en una masa compacta aromática, ideales para acompañar el té de media tarde. Para esta ocasión dejé macerando una mezcla de frutas en té Earl Grey bien cargado (traído directamente de Londres, regalo de la prima de mi madre este verano) y probé a utilizar como edulcorante exclusivamente sirope de ágave. El resultado nos encantó :-). Si no encontráis ágave, podéis emplear una miel clara, o mezcla de miel y sirope de arce, por ejemplo.

Fruit earl grey bread

Receta adaptada de Today's Nest

- 200 gr de harina integral de avena
- 190 gr de harina de trigo
- 1 cucharada de levadura química
- 1 cucharadita de canela
- 1/2 cucharadita de mezcla de especias para pan de especias (opcional)
- 1/8 cucharadita de clavo
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 huevo L
- 1 taza y 1/4 de buttermilk (310 ml)
- 1 taza de sirope de ágave (250 ml)
- 1 cucharadas de aceite de girasol (30 ml)
- 160 gr de mezcla de fruta seca (orejones de albaricoque, dátiles, ciruelas, pasas)
- 1 taza de té Earl Grey, bien cargado

Picar las frutas y colocarlas en un cuenco; verter el té ya preparado y bien caliente encima, y dejar macerar unos 20-30 minutos.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar un molde rectangular.
Tamizar en un recipiente amplio las harinas con la levadura, las especias y la sal, y formar un hueco. Aparte, batir con unas varillas el huevo con el buttermilk, el sirope de ágave y el aceite. Verter sobre los ingredientes secos y mezclar con suavidad. Escurrir la fruta e incorporar a la masa, procurando que se repartan bien, hasta conseguir una mezcla homogénea. Colocar en el molde, igualando la superficie, y hornear sobre una rejilla a media altura durante unos 45-55 minutos, o hasta que se haya dorado y al pinchar el centro con un palillo éste salga limpio. Esperar unos minutos fuera del horno, desmoldar y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla.
03 noviembre, 2011

Biscotti de calabaza con jengibre confitado


Se acabó el mega puente, vuelta a la normalidad. Aunque una normalidad relativa, que noviembre viene para mí cargado de cosas y además es un mes que tiende a pasarse volando (sí, la Navidad ya hace días que acecha). Espero que hayáis disfrutado de estos días y no os haya tocado el virus estomacal que hay suelto... mi madre pasó un domingo fatal, la pobre.
Mis cinco días en Murcia han sido geniales y han cundido mucho ^_^. He podido ver a unos amigos, ir de compras y al cine con mi madre, pasar un par de noches en el campo, jugar y achuchar a mi gato, cocinar para la familia... Es curioso cómo cuando ahora regreso, el primer día se me hace muy raro, pero al levantarme a la mañana siguiente es como si siguiera viviendo allí, con mi rutina normalizada; aunque mis padres parecen empeñados en que me sienta una extraña pues cada vez que vuelvo han cambiado algún mueble o hecho alguna pequeña obra en el piso o en la casa del campo :P.

Hoy ha amanecido lluvioso en Madrid así que me quedaré poniendo orden en casa, estudiando un poco y horneando algo (aún por decidir). A ver si esta tarde-noche podemos salir al cine y a tomar algo por el centro, que a pesar de la incomodidad que acarrea la lluvia me encanta pasear por una gran ciudad bajo el agua.
Os dejo con unos biscotti que medio improvisé la semana pasada para aprovechar calabaza sobrante. Muy aromáticos gracias a las especias y con el toque picantito del jengibre confitado que personalmente me encanta, aunque tiene muchos detractores, así que usadlo a discreción ;).

Pumpkin ginger biscotti

- 2 huevos L
- 110 gr de azúcar
- 90 gr de azúcar moreno
- 125 ml de puré de calabaza
- 2 y 1/2 tazas de harina
- 1/2 cucharadita de sal
- 3/4 cucharadita de canela
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
- 1/4 cucharadita de clavo molido
- 1 cucharadita de levadura química
- jengibre confitado picado (al gusto)
- un puñado de pasas o arándanos desecados

Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja.
Batir los huevos con una batidora de varillas con los azúcares hasta que quede una mezcla cremosa y espesa. Añadir la calabaza y batir un poco más. Tamizar encima la harina con la sal, las especias y la levadura, mezclando a mano con una espátula. Añadir el jengibre y las pasas/arándanos incorporándolos de forma homogénea a la masa. Formar dos rectángulos del mismo tamaño, dándoles forma homogénea y lisa con ayuda de las manos humedecidas con agua, procurando que no superen los 2 cm de grosor. Hornear a media altura durante unos 25-30 minutos, hasta que se hayan dorado y estén firmes al tacto. 

Dejar enfriar 10 minutos fuera del horno sobre una rejilla. Bajar la temperatura del horno a 170ºC. Cortar sobre una tabla los biscotti con ayuda de un buen cuchillo de sierra, siguiendo una línea diagonal, de un par de centímetros de grosor. Colocar los biscotti otra vez en la bandeja boca abajo y hornear unos 8-10 minutos. Dar la vuelta a cada pieza y hornear de nuevo unos 8-10 minutos más, hasta que se doren al gusto (a mi me gustan bien tostaditos). Dejar enfriar totalmente sobre una rejilla antes de guardarlos.


Pumpkin ginger biscotti
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