30 mayo, 2009

Bizcocho de chocolate y calabacín

Uf, se me acumulan las recetas y los posts! Actualizo menos no por falta de ideas, sino por falta de tiempo... pero bueno, como ya en seguida se acaban las clases y definitivamente empezará mi enclaustramiento entre apuntes y libros, podré descansar un poco la cabeza subiendo algunas cosicas por aquí.
Esta es una receta que hace muuuucho que quería probar, y viendo los buenísimos resultados no sé porqué no lo hice antes. Lo he visto en muchos sitios y en distintos idiomas, seguro que muchos de vosotros ya lo habéis probado. Bizcocho de chocolate con calabacín! Delicioso. El sabor del calabacín aquí no existe, sólo aporta jugosidad a la miga, hace que el sabor a chocolate sea más profundo, bueno y aporta también su fibra y vitaminas :) Si uno se fija de pronto ve cositas verdes entre la miga, pero apuesto a que nadie que lo pruebe de primeras adivinaría que esta delicia guarda verdura en su interior.
Bendito calabacín, no me extraña que sea de mis verduras favoritas :D


chocolate zucchini

Receta adaptada de aquí

- 2 y 1/4 tazas de harina integral
- 2 cucharadas de cacao en polvo
- 1 cucharadita de levadura
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 1/4 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de jengibre
- 1 pizca de pimienta negra
- 1/2 taza de azúcar moreno
- 1 huevo y 1 clara
- 1/4 taza de puré de manzana natural
- 2 cucharadas de yogur natural
- 2 cucharadas de aceite de girasol
- 40 gr de buen chocolate negro fundido
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 taza bien llena de calabacín rallado

Precalentar el horno a 200ºC y preparar un molde rectangular.
Tamizar juntos todos los ingredientes secos. Aparte, batir los huevos con el azúcar; añadir continuando batiendo el puré, el yogur, el aceite, el chocolate y la vainilla. Una vez bien homogéneo, verter sobre la mezcla seca e incorporar con movimientos suaves envolventes. Añadir el calabacín, repartiéndolo bien por toda la masa. Poner en el molde y hornear a media altura a 175ºC durante unos 50-60 minutos. Esperar unos minutos antes de desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla. Servir con un poco de azúcar glas tamizado por encima.
Si se guarda bien, se conserva de maravilla varios días.
23 mayo, 2009

Compota de albaricoque

Por fin llegó la temporada de albaricoques! Hay que aprovechar que estarán entre nosotros aún menos que las fresas. Cada vez que recuerdo al albaricoquero que creció conmigo en nuestra casa del campo, dándonos sus deliciosos frutos cada año (si los pájaros nos dejaban) me da algo de pena porque no pudo sobrevivir después de un mal año en nuestro clima y malísimo suelo.
Menos mal que mi padre tiene un buen amigo al que le sobran los albaricoques a kilos; sus árboles le dan tantos que no podría consumirlos todos, así que nos regaló varias cajas la semana pasada. No paramos de comerlos a todas horas, y aún así algunos se están casi pasando de maduros, así que hay que aprovechar para cocinar con ellos :) Por supuesto, cayeron las tartas de mi padre; pero además este año tenía ganas de hacer compota.

Apricot compote


Tienen un sabor tan profundo y dulzón que preferí hacer compota en lugar de mermelada, poniendo sólo un pelín de azúcar, dejándolos cocer a fuego lento durante algo más de una hora, para que espesara bien. El resultado: delicioso, con la fruta visible con algunos trozos y un sabor buenísimo, ligeramente ácido, con todo el aroma de los albaricoques. Está buenísima sobre un buen pan, con queso, y como "salsa" de carnes; en serio, con el pollo asado es una maravilla.

No es una receta propiamente dicha, pero estas son las cantidades que usé:

- 1150 gr de albaricoques, sin hueso, partidos en cuartos.
- 100 gr de azúcar blanco.

Se pone la fruta en una olla, se esparce el azúcar por todos los trozos y se deja soltar el jugo unos minutos. Se enciende el fuego; se empezarán a cocer y disminuir de tamaño, soltando líquido que empezará a hervir. Entonces se baja el fuego y se va removiendo cada cierto tiempo, dejando cocer a fuego lento hasta que tenga el punto espeso deseado.
Yo llené 3 botes; uno para consumo inmediato y dos, esterilizados y posteriormente cerrados al vacío, para guardar.

Apricot compote
20 mayo, 2009

ACT- Pequeñas dosis de energía - Haferflockenplätzchen

Actualización: ¡Qué cabeza la mía! Dejé la receta sin terminar! Sí que se hornean, ya he añadido el final de la preparacion al final del post. Mil perdones! No sé dónde tengo la cabeza estos días.

Ay, qué poquito queda de curso ya! Por un lado estoy deseando que terminen las clases para poder centrarme en los exámenes, pero por otro me da pena terminar...
El jueves pasado fue mi graduación. Fue un día (y noche) largo pero fantástico, la ceremonia (a pesar del rollo del protocolo) muy bonita y entretenida, y la cena de después fue bastante bien. Llegué a mi casa a las 7 de la mañana y a las 12 tenía que ir a clase :P
Pondré unas fotillos de la cena en cuanto pueda. Quizás alguna mía y todo... ya veremos, que soy tímida :P

Mientras el calor cada día se hace un poqutio más sofocante voy terminando el último trabajo y preparándome ya los exámenes. Apenas tengo tiempo para nada más pero intento no desconectarme demasiado de la red, necesito desconectar un poquito a veces. Y para alivio mental por supuesto siempre está la cocina :D Estas galletitas son además geniales para el estudio, llenas de buena energía y alimento para el cerebro. Prácticamente toda su grasa es buena ;)


oat2

El nombre original, alemán, es fantástico: Haferflockenplätzchen. ¿No es un idioma precioso? La sonoridad que tiene esta lengua siempre me fascina. Y esas palabras interminables... que en realidad son la unión de varios vocablos. En este caso, avena-copos-galletas. Muy explícito :)
En realidad he tuneado la receta, adaptada de aquí, porque tuve algún déficit de ingredientes. Pero es taaaan simple que se puede ir variando sobre la marcha con distintos cereales o frutos secos, seguro que es imposible que no salga algo rico.

- 140 gr de copos de avena
- 50 gr de almendra laminada
- 60 gr de copos de quinoa
- 2 huevos medianos
- 100 gr de azúcar
- 8 gr de azúcar vainillado (1 sobre del Lidl)
- 1 pizca de sal

Precalentar el horno a 200ºC.
Poner en una sartén limpia los tres tipos de cereales, encender el fuego y remover unos minutos constantemente, para que se tuesten un poco (cuidado, que no se queme por abajo), cojan algo de color y suelten un rico olorcillo. Batir los huevos con los dos tipos de azúcar y la sal. Incorporar la mezcla de cereales y mezclar bien, hasta que quede bien incorporado. Dependiendo del tamaño de los huevos a lo mejor se necesita añadir más cereal; debe quedar húmedo pero sólido, que se puedan formar montocitos de masa con los cereales bien visibles.

Con ayuda de una cucharilla tomar porciones y colocarlas un poco separadas sobre una bandeja engrasada o con papel de horno. Deben salir unas 30 unidades, o algunas más si no se hacen muy grandes. Hornear a media altura a 185ºC entre 11-15 minutos, hasta que se hayan dorado un poco. Dejar enfriar un poco sobre la bandeja para que no pierdan su forma.


oat
14 mayo, 2009

BBD#20: Pan multicereales/Multigrain bread

[Entry for BBD#20 Multigrain Breads - English version below]

Tangerine's Kitchen acoge esta 20ª edición del evento Bread Baking Day organizado por Zorra desde 1x umrühren bitte. Me parece una iniciativa genial aunque no participo todo lo que me gustaría, ya que hacer un buen pan requiere su tiempo, pero siempre lo sigo de cerca porque se recopilan unas recetas fantásticas. Últimamente además varios blogs no anglófonos se suman al evento, como tartasacher, por lo que me animan más a participar :)

Aprovechando que tenía mono panificador, algo de tiempo, y que encontré una tienda fantástica con un montón de productos difíciles de conseguir normalmente, me decidí a probar una receta de Peter Reinhart y su maravilloso libro El Aprendiz de Panadero, ligeramente modificada. Requiere un poquito de tiempo pero en realidad el trabajo es sencillo, con ponerle ganar y mimar bien la masa sale un pan buenísimo, tierno tierno, con gran aroma y sabor ligeramente dulzón, de una textura fantástica. Está riquísimo tal cual, acompañando sencillamente un poco de queso. Y tostado es una maravilla, con una buena mermelada para desayunar... Un lujo de pan que además aguanta muy bien varios días, si se guarda correctamente.


world bread day 09_3
Soaker

- 30 gr de copos de quinoa
- 20 gr de copos de avena
- 7 gr de salvado de trigo
- 30 ml de agua a temperatura ambiente

Masa
- 320 gr de harina de fuerza
- 80 gr de harina de centeno
- 40 gr de azúcar moreno
- 1 sobre de levadura de panadería seca
- 10 gr de sal
- 30 gr de arroz basmati integral cocido
- 30 gr de miel oscura
- 120 ml de leche
- 180 ml de agua a temperatura ambiente
- semillas de amapola

Día 1.
Mezclar los cereales del soaker; cubrir con el agua, que será absorbida enseguida. Tapar el cuenco con papel film y dejar reposar toda la noche.

Día 2.
Mezclar las harinas con el azúcar, sal y levadura en un recipiente grande. Añadir el soaker, el arroz, la miel, la leche y el agua. Mezclar bien con una cuchara de madera hasta incorporar todos los ingredientes, añadiendo más agua o harina si es necesario. Enharinar la superficie de trabajo y volcar la masa para trabajarla a mano; es probable que se necesite añadir más harina (fue mi caso). Amasar con fuerza durante unos 12-15 minutos, hasta que quede suave, blanda, húmeda pero no pegajosa. Formar una bola. Untar con aceite las paredes y el fondo de un cuenco grande, engrasar la bola y dejar reposar unos 90 minutos, con el recipiente tapado con film y cubierto por un paño, en un lugar sin corrientes.
Cuando haya doblado su tamaño, volcar sobre la mesa y aplastar con las manos hasta formar un rectángulo de 15x25 cm. Darle forma de pan de molde, barra/s o panecillos; en el primer caso habrá que usar un molde de pan engrasado o forrado, de tal modo que los extremos de la masa toquen los extremos del molde. Pintar con agua usando un pincel, espolvorear las semillas de amapola y pulverizar con algo de aceite. Cubrir con film y dejar levar otros 90 minutos. La masa deberá sobresalir un par de cms del molde.

Sin título

Precalentar el horno a 175º con la rejilla a media altura. Pulverizar con agua las paredes del horno para crear algo de vapor en el interior. Hornear 15 min; girar el molde y continuar la cocción unos 25 minutos más. Deberá estar tostadito por encima y la base sonar hueca. Dejar enfriar totalmente sobre una rejilla antes de cortarlo.

Sin título

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Soaker
- 30 gr quinoa flakes
- 20 gr de oats
- 7 gr wheat brant
- 30 ml water, room temperature

Dough
- 320 gr strong white flour
- 80 gr rye flour
- 40 gr brown sugar
- 1 pck. instant yeast
- 10 gr salt
- 30 gr brown basmati rice integral, cooked
- 30 gr dark honey
- 120 ml milk
- 180 ml water, room temperature
- poppy seeds

Day 1.
Combine all the dry soaker ingredients in a small bowl. Put over the water and cover with plastic wrap. Leave at room temperature overnight.

Stir together the flours, brown sugar, salt and yeast in bowl. Add the soaker, rice, honey, milk and water. Mix well until ingredients form a ball. Maybe you'll need to add a few drops of water or a little more flour to get the correct consistency.
Flour gently the table and put the dough. Knead by hand, adding more flour if needed , for about 12-15 minutes. You want a dough that is soft and manageable, wet but not sticky. Lightly oil a clean bowl and transfer dough, rolling to coat with the oil. Cover with plastic wrap and leave at room temperature for about 90 minutes or until double in size.
Remove dough from bowl and press with your hands, making a 15x25 rectangle. Roll the dough, pressing with your fingers with each rotation of the dough. Place into a greased loaf pan, cover with plastic wrap and allow to rise till double, about 90 minutes. Spray the tops with water, sprinkle poppy seeds and spray with oil.
Preheat oven to 175ºC. Spray the oven walls with water and bake the bread 15, minutes. Rotate the baking sheet and bake for another 25 minutes. It will be ready when the top is golden brown and makes a hollow sound when tapped at the bottom.
10 mayo, 2009

Botones de frambuesa

Parece que me ha vuelto la fiebre de las galletas :) Si es que no hay nada como tener unas buenas pastas a mano para alegrar más el café o el té de la tarde, y más aún si se tienen visitas en casa. Además últimamente me gusta llevarme unas cuantas algunos días a clase para que recuperemos energías a media mañana, que con la recta final de curso todos los profesores parecen haberse dado cuenta de que se nos echa el tiempo encima y ya entran las prisas (cada año igual) por lo que siempre se aprieta cuando llega mayo.
Procuro no hacer muchas unidades de una vez cuando horneo galletas; no sólo porque lleva más tiempo sino porque así no hay riesgo de que al aguantar más días pierdan parte de su sabor. De todas formas eso no suele pasar, las galletas al menos en mi casa vuelan :P Mejor, así puedo probar otra receta nueva pronto.
Llamo botones a estas porque fue lo primero que dijo mi madre al verlas :P Son similares a esas galletas que se ven en páginas y blogs anglófonos, thumbprint cookies, galletas del dedo pulgar, porque el agujero central se hace con el dedo. Sin embargo éstas las he hecho con ayuda del mango de una cuchara de madera, en mi opinión es más sencillo.

rapsberry

Para unas 30 galletas pequeñas
(receta adaptada de Con las manos en la masa..100 galletas)

- 100 gr de matequilla sin sal, blanda
- 75 gr de azúcar
- 1 yema de huevo
- 1/4 cucharadita de esencia de vainilla
- 140 gr de harina de repostería
- 1 pizca de sal
- mermelada de frambuesa


Precalentar el horno a 190ºC. Preparar una bandeja.
Batir la mantequilla con el azúcar (por ello debe estar a temperatura ambiente) hasta formar una textura cremosa y suave; añadir la yema y la vainilla hasta tener una masa homogénea. Tamizar encima la harina con la sal y trabajarlo bien hasta incorporar todo. Llega un momento que es más sencillo usar las manos (pringarse es bueno!). Debe queda una masa homogénea, blanda y húmeda pero no pegajosa. Coger pequeñas porciones de masa con ayuda de una cucharilla y formar bolitas con las palmas de las manos; colocarlas en la bandeja un poco separadas. Humedecer el extremo inferior de una cuchara de palo y formar pequeños hoyos en cada bolita, allanando un poco los bordes. Llenar cada hueco con la mermelada.
Hornear a media altura a 180ºC durante unos 9-12 minutos, hasta que los bordes empiecen a dorarse. Esperar 5 minutos antes de dejarlas enfriar totalmente sobre una rejilla. Guardar en un recipiente hermético.

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06 mayo, 2009

Avena y cranberries para desayunar

Últimamente me había vuelto monótona en los desayunos, así que hace unos días preparé este pan rápido para tener algo rico y, dentro de lo que cabe, sano para acompañar el café mañanero. Sin olvidar mi ración de fruta fresca de después claro.
Lo he dicho mil veces y no me canso de repetirlo, el desayuno es la comida más importante del día! Los que me conocen ya están algo cansados de mis sermones sobre su importancia cuando comentan que no han desayunado, o que vienen a enfrentarse a la Historia de las Ideas Estéticas con un solitario café en el estómago. Yo no puedo funcionar sin un buen desayuno; además me encaaaanta. Adoro levantarme temprano, sin prisas, preparar un buen desayuno para mi o para los demás, y disfrutarlo tranquilamente, al ser posible con cositas naturales echas en casa. Eso sí, lo salado en general no me hace mucha gracia por las mañanas; aunque no me van los dulces empalagosos una cosilla como esta que traigo hoy es todo lo que necesito.

A ver, bizcocho-bizcocho no es, creo que es más acertado el término inglés quick bread, pan rápido. Para mi, un bizcocho es de miga mucho más densa pero no pesada, y sobre todo mucho más dulce, casi más apetecible de postre. Con un "pan" como este además se puede untar con un poco de mermelada, o un chorrito de miel... La avena le da un toque particular a la miga y los arándanos rojos (me gusta más llamarlos cranberries, no sé por qué) un añadido fantástico. Fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes para empezar bien el día.


oat cranberry

- 220 gr de harina integral
- 100 gr de copos de avena
- 90 gr de azúcar moreno o panela
- 1 huevo y 1 clara
- 200 gr de yogur natural de soja (he usado éste)
- 150 ml de zumo de naranja
- 2 cucharadas de aceite de girasol
- 1 y 1/2 cucharadita de levadura
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 taza de arándanos rojos

Precalentar el horno a 190ºC y preparar un molde rectangular.
Batir el huevo y la clara con el azúcar hasta que esté esponjoso; añadir el yogur, zumo y aceite y seguir batiendo hasta incorporarlo bien. Tamizar en un recipiente aparte todos los ingredientes secos y formar un hueco en el centro. Verter la primera mezcla y trabajar la masa con una espátula siguiendo movimientos suaves, encolventes, los justos hasta que quede homogéneo. Añadir por último los arándanos rojos, repartiéndolos por toda la masa. Verter sobre el molde igualando la superficie y hornear a 180ºC durante entre 40-55 minutos, hasta que se haya dorado y al pincharlo con un palillo salga limpio. Esperar unos mintuos fuera del horno antes de desmoldar y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla.
02 mayo, 2009

Galletitas con semillas de amapola

Llevo unos días algo extraños. Primero porque me cuesta acostumbrarme a sumar una cifra más a mi edad (no asocio el número 23 aún conmigo, para cuando me acabe acostumbrando se acercará el cumpleaños siguiente) pero también porque me he dado cuenta de que ha volado otro mes. Ya es mayo. Encima se me echan trabajos, exámenes y una graduación (estresante de organizar, pobres delegados de mi clase). Y encima el tiempo no ayuda; de pronto hace calor-calor (pasar de tomar apuntes con las manos heladas a de repente estar sudando en clase llevando manga corta, choca) pero además, hemos tenido nubes traicioneras que sin aviso ninguno han soltado chaparronazos estos días, breves pero fuertes. El jueves por ejemplo, hacía un tiempo estupendo así que salí a tomar un helado con una amiga (bendita heladería que ha sacado un sabor de chocolate PURO, sin leche ni nata ni nada parecido; delcioso). Pues bien, sin que el bochorno se fuera, de repente nos vimos empapadas hasta los huesos.
Y que tengamos un fin de semana largo no me ayuda a salir de este atolondramiento que tengo encima; los días festivos me descolocan la rutina (aunque se agradecen). Y el mundo parece que está dividido entre la histeria colectiva/escepticismo pasota ante la nueva gripe. Aunque España hoy está más pendiente de cierto partido de fútbol. Uf, me da igual todo...

Días festivos como el de ayer vienen bien para aislarse un poquito del exterior y reencontrarse con uno mismo y pequeños placeres. En mi caso nunca falla la combinación dulce casero+taza con algo reconfortante+buen cine. Aunque ahora estoy encontrándome con el neorrealismo italiano y no se puede decir que tras visionados como el de Berlín año cero me sienta con ganas de fiesta precisamente. Menos mal que tengo a mano mis DVDs de Monty Phyton para renovarme los ánimos.
Y unas pastitas a mano nunca vienen mal.
Es una receta adaptada de otra que vi en algún blog que no recuerdo (mil perdones). Ligeras, crujientes, aromáticas. Aunque quizá resulte algo extraña su textura, hay que recordar que no son galletas de mantequilla. Pero están ricas.

poppy

- 60 gr de harina
- 1 y 1/2 cucharaditas de maizena
- 1/4 cucharadita de sal
- 100 gr de azúcar
- 2 claras de huevo grandes
- 3 cucharadas de aceite de girasol
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 1/2 cucharadita de extracto de almendra
- semillas de amapola

Precalentar el horno a 150ºC. Engrasar o cubrir con papel de cocina dos bandejas de horno.
En un bol, batir las claras (mejor si están a temperatura ambiente), el aceite, las esencias y el azúcar, sólo hasta que empiece a espumar. Tamizar encima juntos la harina, maizena y sal. Con una espátula o cuchara de madera, mezclar con movimientos suaves hasta formar una masa homogénea, sin grumos ni burbujas. Debe quedar muy viscoso, casi líquido.
Con ayuda de una cucharilla, verter pequeñas porciones con cuidado sobre las bandejas, dejando algo de espacio entre unas y otras. Yo llené la cucharilla al raso y la dejé verter con cuidado cada vez; al ser tan líquida la masa se expande hasta formar porciones muy planitas. Se pueden dejar tal cual o dar un toque de semillas de amapola.
Introducir en el horno durante aproximadamente 15 minutos; mejor vigilarlas bien hasta que estén doradas porque los bordes se tuestan enseguida. Dependiendo del tamaño se harán antes o después. Ante la duda: meter primero una sola unidad para ver cuánto aguanta.
Esperar unos minutos al sacarlas del horno; dejarlas enfriar sobre una rejilla y guardar en un recipiente hermético.
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